La Villa: Qué ver
Para visitar las principales atracciones del Parque, dedique unas horas de su tiempo. Lo que le espera es una variada mezcla de obras e instalaciones de distinto tipo; un verdadero museo al aire libre capaz de satisfacer los gustos de todos los visitantes.
He aquí una lista de lugares que no puede perderse:
- Pincio: una extensión de Villa Borghese en una de las colinas más conocidas de Roma. Para sus selfies y fotos de recuerdo, diríjase a la Terraza del Pincio, que da directamente a la Piazza del Popolo y ofrece una vista impresionante de la ciudad, más allá de la Basílica de San Pedro.
- El lago de Villa Borghese: un adjetivo por encima de todos: encantador. Construido en 1766, es una deliciosa masa de agua en cuyo centro hay una isla artificial donde se alza el Templo de Esculapio, en cuyo interior se encuentra la estatua del dios de la medicina recuperada del Mausoleo de Augusto. Si te sientes romántico, puedes alquilar una de las barcas de remos disponibles en las orillas del lago.
- Reloj de agua: Construido en 1867 por el profesor Giovan Battista Embriaco con la intención de combinar la ciencia con la energía de la naturaleza. Está situado en una torre en el centro de un estanque, con el agua coordinando los mecanismos de cronometraje.
- El Bioparque: los más grandes aún lo llaman Jardín Zoológico. Es uno de los zoológicos más antiguos de Europa, ya que fue creado en 1908 de forma totalmente innovadora: en lugar de jaulas y barrotes, Hagenbeck, su creador, insertó zanjas y canales que separaban con seguridad al público de los animales. El resultado fue un lugar armonioso, donde daba la sensación de que los animales vivían libres y sin ataduras.
- Piazza di Siena: encargada por Marcantonio IV Borghese en 1792 y claramente inspirada en la ciudad de Siena y su famosa Piazza del Campo, donde ya se corría el Palio. Desde 1922, es tradición organizar cada año un concurso de saltos internacional en la Piazza di Siena.
- Villa Medici: construida sobre los restos de los Horti de Lúculo en una posición elevada sobre la Trinità dei Monti, desde donde domina el centro de Roma.
- Casina Valadier: encargada por Napoleón Bonaparte en 1810, fue diseñada por el arquitecto Valadier en estilo neoclásico. Desde el Risorgimento hasta la Primera Guerra Mundial, fue el punto de encuentro del mundo artístico y político italiano y más allá. Tras un periodo de decadencia, fue renovado y hoy es un espléndido lugar de celebración de eventos.
- Globe Theatre: una réplica perfecta del famoso Globe Theatre de Shakespeare. Con sus representaciones de verano, es uno de los destinos favoritos de los amantes del teatro. Hasta su muerte, el gran actor romano Gigi Proietti fue el director del Globe Theatre.
Quizá no lo sabías...
- El diseño de la Villa fue imitado en otras residencias históricas de Roma como Villa Doria Pamphilj y Villa Ludovisi.
- Dentro del Parque, las intersecciones de avenidas y caminos están marcadas por fuentes y estatuas, caracterizando aún más la arquitectura del Parque.
- Dentro del Parque, hay 18 paneles educativos instalados cerca de las distintas entradas y principales puntos de interés. Cada panel presenta un mapa general con textos explicativos y códigos QR que permiten escuchar breves podcasts que cuentan la historia de la villa y sus atracciones.
Un brunch en la naturaleza
Si le apetece un tentempié rápido y se encuentra dentro del Parque, el Cinecaffè ofrece todos los días un amplio bufé de platos fríos y calientes, así como una deliciosa selección de postres.
Toda la información
Horario de apertura: El Parque está abierto al público y tiene diferentes horarios según la temporada, ya que observa el amanecer y el atardecer como horas de apertura y cierre.
Cómo llegar: Tome la línea A del metro y baje en la parada «Spagna», después siga las indicaciones desde el interior del metro.
En coche: La mejor opción es dejar el coche en un garaje, como el Saba Parking de Piazza di Spagna - Villa Borghese o el Ludovisi Parking, ambos a pocos minutos a pie del Parque.
Conclusiones
Un paseo por Villa Borghese es una experiencia de descubrimiento del arte y del tiempo, que comienza en el siglo XVII y llega hasta nuestros días. Un notable ejemplo de noble villa de campo, encargada por el cardenal Scipione Borghese para impresionar a la élite de Roma y Europa de la época, y que sigue cautivando y fascinando a los visitantes cada día, siglos después.
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