Tour de las Reliquias Cristianas en Roma

A lo largo de los siglos, santos y mártires trajeron reliquias desde Tierra Santa hacia Roma. Se construyeron Iglesias maravillosas para honrar las reliquias de los santos o las relacionadas con Jesús. En nuestro itinerario sugerimos una visita de tres horas con un guía privado visitando estos lugares sagrados.

Comenzarás la visita de las Reliquias Cristianas en Roma entrando en la hermosa Basílica de Santa Práxede. La basílica es famosa por sus mosaicos que datan del siglo noveno. En la Capilla de San Zeno, incluida en la Basílica de Santa Práxede, hay una parte del Pilar, donde Jesús fue torturado y azotado antes de la crucifixión en Jerusalén.

Después de la visita de la Basílica de Santa Práxede, continuarás con la Basílica de Santa María la Mayor (Santa Maria Maggiore en italiano). La basílica es parte del Estado Italiano pero goza de competencia extraterritorial en favor del Estado del Vaticano, disfrutando así del privilegio de la extraterritorialidad. Santa María la Mayor fue la primera dedicada a la Madre de Jesús en el siglo V de nuestra era.
Santa María la Mayor alberga hermosos mosaicos que representan el Nuevo y Antiguo Testamento y, bajo el altar mayor, las reliquias de la cripta de madera de Belén de la Natividad de Jesucristo. Aquí también encontrarás el lugar de sepultura de San Jerónimo, el Doctor de la Iglesia del siglo IV que tradujo la Biblia al latín. 

Un taxi te llevará desde la colina Esquilino hasta la Escalera Santa. La llamada "Scala Santa" fue la verdadera escalera en la casa de Pilato, que Jesús descendió después de ser sentenciado a muerte. Hoy los peregrinos, como una forma de devoción, suben los 28 escalones de rodillas hasta que alcanzan la cima donde obtienen acceso al llamado "Sancta Sanctorum", el Santo de los Santísimos, que fue la capilla de los primeros Papas.

La última parte de este Tour de Roma de las Reliquias Cristianas incluirá una visita a la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén. Construida en el siglo IV por encargo de Santa Elena, su propósito era albergar las reliquias de la Pasión de Jesús. Santa Elena llevó a la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén no solo las reliquias sino también parte de la tierra de Jerusalén. En la Capilla de las Reliquias podrás admirar dos espinas de la Corona de Espinas, parte de un clavo y tres pequeñas piezas de madera de la Cruz de Jesús.

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